Masaje relajante

¿Qué es?

El masaje relajante es una técnica que beneficia la flexibilidad y aumenta la circulación sanguínea en el cuerpo. Psicológicamente estos aspectos crean una sensación de bienestar y alegría, que ayudan a calmar el cuerpo y la mente.

Indicaciones

Se recomienda el masaje relajante para aliviar el estrés, reducir la tensión muscular, mejorar la calidad del sueño y favorecer una sensación general de bienestar. Por tanto, es una excelente opción para quienes buscan relajación y alivio de dolores musculares leves.

Contra indicaciones


El masaje relajante tiene las siguientes contraindicaciones:

  • Fiebre o infecciones agudas.
  • Enfermedades contagiosas de la piel.
  • Lesiones graves o inflamación de la piel.
  • Fracturas recientes u osteoporosis severa.
  • Problemas circulatorios graves.
    Embarazo de alto riesgo.
  • Cualquier condición médica grave sin la debida autorización médica.
  • Personas bajo la influencia del alcohol o drogas.
  • Personas en ayunas o que acaban de comer.

¿Cómo se hace?

El masaje relajante se realiza con deslizamientos superficiales o profundos, amasamientos y fricciones, percusiones y vibraciones en puntos de tensión, para aportar al cliente una gran sensación de alivio del cansancio diario. Por tanto, el masaje beneficia la flexibilidad y la circulación, aumentando el bienestar de los clientes.

Frecuencia

La frecuencia ideal para un masaje relajante varía según las necesidades y el estilo de vida de cada persona. Generalmente se recomienda recibir masajes una vez por semana o cada dos semanas para mantener los beneficios terapéuticos. Sin embargo, algunas personas pueden preferir recibir masajes con menos frecuencia, mientras que otras pueden beneficiarse de sesiones más frecuentes, dependiendo del nivel de estrés y tensión muscular que enfrentan. Es importante consultar a un terapeuta para determinar la mejor frecuencia para su caso específico.

Cuidado

Es fundamental seguir algunas precauciones a la hora de recibir un masaje relajante:

  • Informe cualquier condición médica o lesión al terapeuta antes de la sesión.
  • Hidrátate bien antes y después del masaje para ayudar a eliminar toxinas.
  • Evite comer una comida pesada antes de su sesión.
  • Use ropa cómoda y quítese los accesorios antes del masaje.
    Informe al terapeuta si la presión o la técnica no le resultan cómodas.
  • Después del masaje, descanse y evite actividades extenuantes para prolongar los beneficios del tratamiento.